La enfermiza obsesión de los sorianos por la televisión

Para ser un buen soriano tienes que saber cómo manejar a tu antojo tu propio canal de televisión. Tienes que conocer todos los entresijos de cómo funciona un  canal y tienes que saber dónde tienen que estar tus emisarios políticos para que nada se te escape.

Y, en el caso de que no sea así, el buen soriano ataca a diestro y siniestro a sus adversarios si ve, con ojos de envidia pura, que son otros los que usurpan el espacio que, según ellos, les corresponde única y exclusivamente a su gran jefe.

El modelo de televisión de los sorianos es el mismo que utiliza la jefa suprema del Partido Popular de Madrid, la grandísima Esperanza Aguirre. Tele-Espe es el espejo en el que quiere verse reflejado el mandamás de los sorianos, pero hasta que ese momento llegue tan sólo le queda el pataleo.

Si ve que Paulino sale más de 30 segundos como presidente, él, el soriano mayor del reino, da una patada a su orondo jefe de prensa y le ordena que presente un recurso ante la Televisión Canaria. Si Zapatero visita Canarias y ocupa el espacio que corresponde a un presidente del Gobierno, le da otra patada y le pide que saque un comunicado criticando a los maquiavélicos socialistas.

Un buen soriano aspira a ser el centro de atención de la opinión pública y, en el caso de que sean otros los que le roben protagonismo, actúan con torpe diligencia para patalear contra quienes le restan su espacio.